El monasterio de El Escorial

El Monasterio de San Lorenzo del Escorial está relacionado con varias leyendas en torno a todo lo que aconteció a su construcción, ubicación y a lo que posteriormente ha ocurrido en torno a este monumento considerado la “octava maravilla del mundo”.

Durante los 21 años que duró su construcción acontecieron algunos sucesos que le  ha dado querido darle un carácter esotérico, misterioso y mágico.  Desde la propia ubicación del monasterio, su nombre y la simbología que pueda encerrar todo ello, hasta la propia personalidad del rey Felipe II, todo ello ha alimentado la leyenda. Felipe II fue un rey encerrado en sus propias supersticiones, enfermo y obsesionado con la religión, la alquimia y el esoterismo, que creó un edificio como un universo en si mismo. Un universo de 4000 estancias y 2673 ventanas, 1250 puertas, 15 claustros, 45000 libros, etc, en algo menos de 35000 metros cuadrados. Un admirador de pintores como El Bosco, tan contrario a la moral católica que representaba el rey. Un pintor que pertenecía a una sociedad secreta, los adamitas, los cuales rezaban desnudos mientras esperaban el fin del mundo tal y como lo señalaba en su cuadro “El jardín de las delicias”. Su obsesión por lo religioso le llevó a adquirir más de 7000 reliquias, desde la cabeza de San Hermenegildo, huesos de San Lorenzo, restos de santos, vírgenes y mártires. hasta el cuerpo incorrupto de San Diego de Alcalá.

Estas contradicciones del rey que, por un lado, se abrazaba a la religión mientras no dudaba en intentar introducirse en la alquimia, llegando a construir en el monasterio un laboratorio destinado a fabricar oro o productos químicos de dudoso fin.

Un misterio que se inicia desde la elección, por parte del rey, de la ubicación del monasterio. El monasterio fue construido para conmemorar la victoria en la batalla de San Quintín ocurrida el 10 de agosto, día de San Lorenzo, al cual murió asado en una parrilla. Por este motivo, el monasterio tiene forma de parrilla, con mango y todo. Sin embargo, la leyenda, con un carácter más esotérico, dice que el emplazamiento del monasterio fue elegido debido a que una vieja tradición situaba en ese lugar la puerta del infierno, y que ese lugar significaría el lugar de fuego eterno, donde las almas pecadoras arderán por toda la eternidad. Pero además, la fecha del 10 de agosto también coincide con la destrucción del Templo de Salomón y que la construcción del monasterio pudo ser un intento de restaurar dicho templo. Incluso el lugar desde donde supuestamente Felipe II contemplaba el desarrollo de las obras del monasterio no está exento de discusión. La denominada  Silla de Felipe II es una enorme peña enclavada en los montes conocidos como los Ermitaños y dentro del Bosque de la Herrería, a dos kilómetros de San Lorenzo de El Escorial en línea recta. Sin embargo, este supuesto observatorio del rey era en realidad un altar de sacrificios vettón, de origen celta, del siglo IV a.C., según la tesis de la profesora Alicia Canto de la Universidad Autónoma de Madrid.

Otra leyenda alude a la gran escultura de San Lorenzo que preside la fachada principal del Monasterio, la cual dice que dirige su fría mirada hacia el lugar donde se encuentra escondido un tesoro.  Tal leyenda podría estar fundada en que un empleado del monasterio desapareció con los doblones destinados a pagar a los obreros de las obras y que en su huída pudo caer en un camino pantanoso.

Otra leyenda alude a la existencia de pasadizos subterráneos secretos que comunican el monasterio con diversos lugares de la sierra. La realidad es que solo se conoce un pasadizo que comunica la Lonja con la Casa de Oficios y que fue construido para que los carruajes lo utilizaran en día de lluvia, ya que los animales no podían entrar en el monasterio. Otra leyenda, alude a la Sagrada Forma que se guarda en la sacristía del Convento, la cual tiene cuatro siglos de antigüedad y se expone a los fieles el día 29 de septiembre y el 28 de octubre. Esta reliquia procede de la ciudad iglesia alemana de Gorcum. Esta iglesia fue profanada por los soldados protestantes. Una de las Formas sagradas comenzó a sangrar tras ser pisoteada. Hoy en día todavía pueden verse en esta reliquia las marcas de la bota del soldado bordeadas por unas difusas manchas de color rojizo.

Durante el desarrollo de las obras, los monjes franciscanos aseguraban ver a un perro negro que daba portentosos saltos a la luz de la luna y cuyos aullidos de ultratumba eran claramente audibles, lo que se interpretó de que tal perro era Can cerbero,  el mitológico monstruo que protegía el acceso al Averno.

Sin duda alguna, la Biblioteca del Monasterio es una de las joyas del mismo. Los libros están colocados en las estanterías con el lomo hacia adentro. Para unos, son libros esotéricos cuyo contenido se quiere ocultar, mientras que para otros , se colocaron así para que las hojas se aireen. La importancia de esta biblioteca radica en más de 40.000 impresos y unos 2.600 manuscritos de los siglos V al XVIII. Se considera la biblioteca más importante del mundo en cuanto a libros de magia, sólo comparable a la de La Sorbona o la del Vaticano. Encontramos también una serie de vitrinas en el centro de la sala en las que se exhiben valiosos códices como un ejemplar miniado de las Cantigas de Santa María de Alfonso X el Sabio, o como obras autógrafas de Santa Teresa de Jesús.

 Todo esto  hace que el  Monasterio de El Escorial tenga su historia y su misterio. Todo lo que se encierra entre sus paredes y sus jardines son conocimiento y secretos. 35.000 metros cuadrados que constituyen una de las más importantes obras del ser humano a tan solo 50 kilómetros de Madrid. Para algunos, Octava Maravilla del Mundo; para  otros la mismísima “Boca del Infierno” .

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