Santa Juliana

Sin duda alguna, una de las leyendas más curiosas e impresionantes es aquella que se refiere a Santa Juliana de Nicomedia, patrona de Santillana del Mar, donde existe una colegiata en su recuerdo. La leyenda comienza en el reinado del emperador romano Diocleciano, el cual  ordenó la matanza de miles de cristianos en su cruel persecución de estos. Entre los perseguidos se encontraba una muchacha nacida en la ciudad de Nicomedia, en Bitinia  (Turquía). Su padre, Africano, era un funcionario ambicioso en las legiones romanas que al enterarse del bautismo de su hija juró por los dioses romanos, Apolo y Diana, que prefería ver muerta a su hija que cristiana. Juliana desafiaba a la autoridad y amenazas del padre afianzando su confianza en Jesucristo. Su madre, agnóstica, tampoco aprobaba el bautismo de su hija.

Su padre la prometió, comprometiendo en ello su honorabilidad, con un senador romano de nombre Eulogio, intentando convencer a Juliana para que fuera su esposa. Esta recibió al pretendiente, pero cuando se concretaron los acuerdos matrimoniales puso como condición de que no se casaría con él hasta que él no llegara a ser juez de la ciudad, pensando que era algo imposible para el joven. Pero este lo logró. Fue entonces cuando ella puso otra condición: que Eulogio se convirtiera al cristianismo, algo a lo que no estaba dispuesto él.  Tras fracasar en el intento de casar a la joven, tanto el padre como su pretendiente la trataron con brutal dureza y castigaron su firmeza con la cárcel con el fin de que renegase de su fe y se casara con Eulogio.  

 

Las Actas sobre las torturas que sufrió la joven describen lo que sufrió en la cárcel. Tras ser golpeada salvajemente, fue colgada del techo por sus cabellos,  dejando caer sobre su cuerpo plomo derretido, tal y como refleja el cuadro anónimo del siglo XVIII. Estando encadenada, se le apareció un ángel vestido de luz que con voz suave le intentaba convencer de las bondades del matrimonio y de la libertad que la esperaba fuera, asegurándole que Jesucristo comprendería su cambio de actitud. Pero Juliana reconoció a este falso ángel como el demonio y, agarrándole por el cuello le sujetó con sus propias cadenas. Ese es el motivo por el que su figura se le representa siempre con un diablo alado atado a sus pies con las cadenas, una lucha que se ha convertido en una de las leyendas favoritas de la Iglesia medieval.

 

Juliana continuó sufriendo horribles tormentos por orden de Eulogio. Fue atada al potro y golpeada hasta romperle todas sus articulaciones y después quemada parcialmente en una hoguera para ser después introducida en un caldero lleno de aceite hirviente. Pero Juliana se mantuvo firme en su actitud. Eulogio renunció a seguir torturándola inútilmente y la condenó a muerte, que en este caso era una liberación para la joven. Cuando Juliana era conducida al patíbulo para decapitarla la multitud se agolpaba junto a ella impresionada por su lamentable estado. Tan solo un muchacho comenzó a gritarla y a insultarla. Juliana alzó su mirada y sus ojos se encontraron con el del muchacho. Reconoció de nuevo al demonio, que esta vez la increpaba. Pero este huyó del lugar asustado por la mirada de la mártir. Finalmente, Juliana fue decapitada con apenas 18 años de edad aquel 16 de febrero del año 304, quedando su nombre fijado en el santoral.

Cuando llegó la paz de Constantino en el siglo XIII, sus restos quisieron trasladarlos a Roma, pero una tempestad obligó a desembarcar en Campania. La martirología romana nos dice que el sufrimiento de Juliana sucedió en Nicomedia, pero es probable que haya muerto en Nápoles donde sus reliquias son veneradas. Según Beda el Venerable, San Gregorio el Magno solicitó sus reliquias al Obispo Fortunato de Nápoles para un oratorio que una cristiana rica construyó en honor a Santa Juliana y otros santos en Campania  (Italia).

Sin embargo, la tradición sostiene que  Santa Juliana está enterrada, en un pueblo cerca del mar Cantábrico que de ella toma su nombre, Santillana del Mar. Santillana es una contracción de Santa-Iuliana, donde existe una abadía (colegiata) de estilo románico, con más de mil años de antigüedad. Santa Juliana aparece mostrada en un caldero, guiando a Satanás encadenado, o con una corona y llevando una cruz sobre su pecho. Es invocada en contra de las enfermedades contagiosas. En la pintura y ventanales eclesiásticos de la Edad Media, Santa Juliana es mostrada frecuentemente batallando con un dragón con alas; usualmente ella lleva una cadena para amarrarlo. También puede ser vista con un dragón a sus pies.

3 respuestas a “Santa Juliana”

  1. Avatar de Rosa Hernandez
    Rosa Hernandez

    Soy Filigresa de la Parroquia de Santa Juliana, de West Palm Beach, Fl . Amo a mi parroquia y a mi patrona, de la cual tuve la oprtunidad de visitar Santillana del Mar en España y visitar su tumba. Este pasado 16 de Febrero , celebramos su fiesta con la Santa Misa , en su honor.

  2. Avatar de Maríam
    Maríam

    Viva Santa Juliana!!! Pura, casta, noble y Santa !!!! Viva !!!!!

  3. Avatar de Mor
    Mor

    Parece un episodio de Tom y Jerry.

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