El almuerzo. Velázquez

MUSEO VIRTUAL – PASAJERO 56

EL ALMUERZO. Diego Velázquez. Museo Hermitage. San Petersburgo

Diego_Velázquez_016

Interesante pintura de Diego Velázquez bajo el título “Tres hombres a la mesa” o “El almuerzo”, un cuadro pintado en su primera etapa sevillana hacia 1617-1618 y que pertenece a la colección del Museo del Hermitage de San Petersburgo, uno de los cuadros que se encuentran fuera de España y que perteneció a la zarina Catalina II, quien reinó en Rusia durante 34 años. El lienzo muestra una escena en la que aparecen tres hombres que representan las tres edades del hombre sentados alrededor de una mesa cubierta con un mantel blanco sobre la que se aprecia un plato de mejillones, un vaso de vino, varios trozos de pan y dos granadas. Los tres parecen brindar mientras comen animadamente. Tras los personajes, existe una oscura pared en la que se encuentran colgados un sombrero y una golilla, sin duda pertenecientes a los que están en la mesa. Los dos personajes más jóvenes tienen un gesto de alegría y miran hacia el espectador, mientras que el anciano situado a la izquierda tiene un semblante más serio y parece más centrado en la comida. El mantel sobre la mesa se encuentra sucio y arrugado, lo que define, tanto al lugar como a los personajes.

Existe otra versión de este cuadro, que bajo el título Almuerzo de campesinos,  que se conserva en el Museo de Bellas Artes de Budapest.

El_almuerzo de campesinos,_by_Diego_Velázquez

Este Almuerzo de campesinos o Muchacha y dos hombres a la mesa, también fue pintado por Velázquez en Sevilla en los comienzos de su carrera, igual a la anterior. Este cuadro perteneció a una colección particular hasta que fue adquirido en subasta por el Museo de Bellas Artes de Budapest en 1908. Tanto el anciano como el joven que aparece con el pulgar levantado son los mismos que en cuadro anterior, mientras que el tercer personaje es una muchacha que sirve el vino al anciano.

A diferencia del Almuerzo del Hermitage, el muchacho más joven que aparecía brindando en el centro de la composición ha sido sustituido aquí por una joven rubia llenando una copa de vino. El hombre sentado a la derecha ahora no se dirige hacia el espectador, sino hacia el anciano que tiene situado enfrente. En este cuadro, los elementos del bodegón son más variados, un plato con pescado frito, naranjas y una zanahoria, junto con un elegante salero metálico, la fina copa en la que la mujer sirve el vino, y el impecable mantel estirado sobre la mesa y que parece corresponder a un mesón, un lugar con más categoría que el anterior, que parece corresponder a una simple taberna.