«Sorolla en negro»: el lado oscuro de Sorolla

Retrato de Bartolomé Cossío. Foto: J.A. Padilla

Nos pregunta Sorolla «¿Qué daño os ha hecho el negro?” Y lo pregunta alguien que es el maestro de la luz, de los colores vivos. El pintor del viento, del agua y de las nubes.

Autorretrato. Foto: J.A. Padilla

Ahora, en el museo ubicado en el Museo Sorolla, podemos ver, a través de 62 obras, como Sorolla también es el maestro de la ausencia de luz, lo que no significa oscuridad, sino el lado oscuro de las cosas.

Clotilde con traje gris. J.A. Padilla
José Echegaray. Foto: J.A. Padilla

La exposición se centra en varias temáticas, siendo la primera dedicada a los retratos. Retratos de personajes conocidos, de hombres serios y circunspectos y mujeres de gran elegancia, porque es negro es, ante todo, elegancia.

Trata de blancas. J.A. Padilla
Otra Margarita. J.A. Padilla
Bebedor vasco (Juan Ángel). J.A. Padilla
El segoviano. J.A. Padilla

En la segunda temática, dedicada al Negro Simbólico, contemplamos a los personajes de la España negra. Nos recuerda mucho a Goya en cuanto al tratamiento de la escena y de la luz. Como el pintor aragonés, el pintor valenciano asocia el negro, y sus matices grises, a los personajes oscuros, lo sórdido y lo siniestro. No lo hacen ellos, lo hace la sociedad en la que vivimos, que utilizamos el negro para mostrar nuestro dolor.

En el cuadro “Trata de blancas” señala a la mujer vieja, a la celestina, como la que permite y ampara este delito. Este capítulo lo dedica Sorolla a mostrar lo oscuro. El alcoholismo y la degradación asociado a él, como en «El segoviano» o «Bebedor vasco«. Los ritos religiosos, los Cristos agónicos y el negro como expresión de dolor y pasión. Aquí, nos recuerda a El Greco.  Pero también lo dramático, como cuando Sorolla sitúa una escena en un vagón de tren donde aparece con la cabeza agachada, sentada entre dos guardias civiles y demás pasajeros que la observan. Se trata de Margarita, «Otra Margarita«, la mujer acusada por el terrible infanticidio que ha cometido, una noticia que tuvo un alto impacto en la sociedad por esas fechas y que inspiró al pintor para la composición de este cuadro tan perturbador.

 

Recogiendo la red. J.A. Padilla
La sombra de la vela. J.A. Padilla
La sombra de la barca. J.A. Padilla

En Monocromías, Sorolla simplifica su paleta mediante escasas gamas de colores. Su mundo en gris. Hora los amaneceres, ni el mediodía, ni el ocaso contienen esa viva luz que vemos en los cuadros de su colección. Las playas de Valencia aparecen decoradas con grises nubarrones que amenazan tormenta. Y las tormentas en el Levante son especialmente violentas, un dramatismo que se observa en los cuadros.

La exposición nos permite conocer a un Sorolla desconocido, casi inédito. Pero un Sorolla auténtico en cuanto a su maestría y dominio de la ausencia de la luz. Sorolla se pasa al lado oscuro. Y busca la luz donde parecía no haberla.