Castro Urdiales

La villa cántabra de Castro Urdiales vive por y para la mar, asomada al mar Cantábrico, su principal modo de vida. Y ese aire marinero es la principal característica de la Plaza del Ayuntamiento, que señala la división entre el medio marítimo y el urbano. Frente a ella se encuentra el puerto, con sus barcas de pesca, mientras a su espalda se extiende las casas y casonas.

Llama la atención el edifico del Ayuntamiento, que asemeja a una atalaya. Se trata de un recio edifico de piedra construido en el siglo XVII. Sus tres pisos están rematados por una torre almenada, la cual se añadió en el siglo XIX. Esta decorada con el escudo de la villa y un reloj. La planta baja se encuentra porticada.

También porticados son los edificios que forman la plaza. Podemos encontrar en sus bajos una buena oferta gastronómica y un lugar para descansar en nuestra visita.

Frente al Ayuntamiento se encuentra la Casa de los Chelines, un edifico que mezcla el estilo neogótico y modernista que encontramos en otros edificios de la villa. Su fachada está muy decorada y en su esquina se levanta un pequeño pináculo.

Ya desde aquí podemos optar por seguir nuestra visita. A la izquierda el puente medieval y el puerto, con la iglesia de Santa María en lo más alto. O bien, hacia la izquierda, hacia la zona moderna de la villa.