Albarracín

Albarracín. Para muchos la ciudad más bonita de España. Declarada Monumento Nacional el 22 de Junio de 1961, está propuesta por la UNESCO para declararla Monumento de Interés Mundial. Ya desde el paleolítico llegaron los primeros pobladores a estas tierras, tal y como confirma las pinturas rupestres encontradas en su comarca. En época visigoda, Albarracín será conocida como Santa María de Levante.

Tras la invasión musulmana de la Península Ibérica en el año 711, se convierte en un núcleo militar de gran importancia. En el siglo X se construye el Torreón del Andador, la Alcazaba y la Torre del Aguay se convierte en la capital de la Taifa de la familia bereber Ibn Razín, de la que deriva su actual nombre. Pasó a manos cristianas por cesión a familia de los Azagra, en recompensa por su apoyo a los musulmanes, que harán de esta ciudad su señorío independiente de Castilla y Aragón desde 1170 hasta 1285, cuando es conquistada por Pedro III de Aragón. En el año 1300, Jaime I de Aragón le concedió el título de ciudad.

De todo ese pasado de esplendor quedan hoy muchas huellas. Pasear por sus empinadas y estrechas calles es todo un viaje al pasado. Su característica arquitectura, formada por casas construidas con entramados de madera y tabicones de yeso rojizo, que dan el color característico al conjunto urbano. Mirando hacia arriba podemos ver como los tejados se junta hasta casi tocarse con los de enfrente y las casas sobresalen para ganar espacio o se inclinan desafiando la lógica y la ley de la gravedad. La Casa de la Julianeta, la Casa del Chorro y la Casa de la calle Azagra, son claros ejemplos de ello.