San Millán y San Cayetano

Pocas iglesias han sufrido tantos avatares como la que vamos a visitar ahora, situada en el barrio más castizo de Madrid, en pleno Lavapiés, y en una calle tan importante como la de Embajadores. Calle importante ahora, y antes. Tan importante que su nombre se debe  que en ella se encontraban las embajadas extranjeras durante la época de los Austrias. A, aquí, en el número 16, se encuentra la iglesia de San Millán y San Cayetano.

Esta iglesia tiene su origen en la iglesia del Convento de Nuestra Señora del Favor, ya desaparecido, así como un oratorio dedicado a san Marcos y a Nuestra Señora del Favor, fundado en 1612, todo ello situado en la calle del Oso, esquina con la iglesia. En este lugar se creará, treinta y dos años más tarde, una casa de padres, quedando la iglesia  bajo la advocación de San Cayetano de Thiene, cofundador de la orden teatina.

En 1822, durante el Trienio Liberal, se ordena el traslado de los teatinos a Zaragoza, quedando totalmente abandonado el edificio. El edificio quedó destruido durante la ocupación francesa, por lo cual se cedió a los frailes franciscanos de San Gil, mientras se reconstruía su convento. Posteriormente, en 1836, y debido a la desamortización de Mendizábal, el convento es expropiado y destinado a viviendas, quedando sólo la iglesia. En 1869, es derribada la iglesia de San Millán, situada en la plaza de la Cebada y se traslada a esta iglesia, creándose, de ese modo, la iglesia de San Millán y San Cayetano. Pero su peor suerte se produce durante la guerra civil, cuando el 19 de julio de 1936 es incendiada por los republicanos utilizando gasolina, destruyendo todo su interior y quedando solo la fachada. No será hasta 1960,  cuando se crea una comisión que aprueba la reconstrucción del templo, reabierto al culto el 6 de agosto de 1962. En 1980 el templo fue declarado Monumento Histórico-Artístico de carácter nacional. En la actualidad es Bien de Interés Cultural. La iglesia comienza a reconstruirse en el año 1669 por el arquitecto Marcos López, siendo continuadas por José de Churriguera y Pedro de Ribera. Sin embargo, el templo no fue terminado hasta 1761, por el arquitecto Francisco de Moradillo.

La fachada, de Moradillo, fue construida en granito. Está compuesta de ocho robustas pilastras rematadas con capiteles. Las pilastras de los dos extremos contienen las dos torres y entre las cuatro del centro se disponen tres arcos de acceso de medio punto. Sobre los arcos de la fachada se colocaron en hornacinas decoradas con las estatuas de San Cayetano, de Nuestra Señora del Favor, y de San Andrés Avelino, realizadas en piedra por Pedro Alonso de los Ríos.

La planta es de cruz griega, y consta de tres naves y cuatro capillas cerradas con sus correspondientes cúpulas, más una gran cúpula central de tambor sobre pechinas. El interior de la iglesia quedó muy dañado por el incendio y sus obras de arte fueron destruidas, incluyendo el retablo mayor.

El retablo actual, de color dorado, sustituye al que fue quemado y fue realizado por Manuel Paradela Segade, imita el estilo barroco, y está decorado con copias de cuadros famosos del Museo del Prado de temática religiosa. Entre ellos, sobre la figura de la Virgen, se encuentra copia del cuadro «La educación de la Virgen» de Murillo. En una de las capillas, bajo una sencilla lápida, se encuentra la sepultura de Pedro de Ribera, el arquitecto principal del edificio y que vivía en la calle del Oso.

Al fondo de la nave se encuentra la capilla de San Millán. Se trata de la imagen original tallada en madera. Representa al santo con su hábito típico, su báculo y un libro.

En el alzado de estas capillas Ribera utilizó cuatro pilares cuadrados, que llevan adosadas pilastras dóricas de decoración, de las que arranca la cúpula octogonal, también decorada con líneas de estuco, lo mismo que su base con conchas, guirnaldas o volutas.

Contiene diferentes huecos para que la luz ilumine la iglesia. No solo la linterna, sino pequeños huecos circulares laterales. A la izquierda se sitúa la capilla del Sagrario, justo al lado de la de San Cayetano. En realidad las dos forman parte de la capilla situada a los pies de la nave de la izquierda. Para venerar la estatua de San Cayetano se sube por una escalera de granito.

La iglesia es hoy una referencia en el culto católico de Madrid pues en el mes de agosto se celebran las fiestas en honor a San Cayetano, muy celebradas en Lavapiés y en la capital.