Bilbao

La Plaza Nueva de Bilbao está situada en el corazón de su llamado casco viejo. Fue construida en el siglo XIX. Es de estilo neoclásico y tiene forma rectangular con 18 arcos en dos de los lados y 15 en los dos restantes, los arcos son de medio punto, con base sobre pilares cuadrados y columna dórica adosada. Tiene una superficie de 3.400 metros y se inauguró en 1851. El material utilizado para la construcción fue piedra de sillería arenisca dorada. La plaza tiene cinco accesos, cuatro de ellos pertenecen al proyecto inicial, mientras el quinto fue añadido posteriormente, y en la actualidad es el acceso principal. Las viviendas que rodean la plaza carecen de elementos decorativos.

La Plaza Nueva contaba antiguamente con un jardín que se perdió debido a unas obras. Ahora, cuatro macizos arbóreos decoran las cuatro esquinas de la plaza. Llama la atención las palmeras que actualmente decoran la plaza, no siendo Bilbao una ciudad fácil para su mantenimiento.

La construcción de la plaza se debió al espíritu ilustrado que imperaba en su tiempo, si bien en su construcción se tardó, nada más y nada menos, que 65 años, existiendo hasta tres arquitectos en su diseño y construcción.

En su origen, esta plaza recibió el nombre de Plaza de Fernando VII, en honor a la visita que este rey hizo a la ciudad. También existía un quiosco de música que desapareció en la construcción del parking subterráneo que hay bajo la Plaza Nueva. Actualmente, en esta plaza se encuentra la sede de Euskaltzaindia, la Real Academia de la Lengua Vasca.