Villanueva de los Infantes

Plaza Mayor. Foto: J.A. Padilla

En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo que vivía un hidalgo de los de lanza en astillero, adarga antigua, rocín flaco y galgo corredor….”. Con esta frase se inicia la que probablemente es la obra maestra de la literatura en castellano, El Ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha. Su autor, Miguel de Cervantes omitió a propósito, y desconociendo la razón de ello, de no señalar el lugar en cuestión con su nombre. Ello ha despertado en La Mancha varias teorías del lugar donde se inician las aventuras del hidalgo caballero. Y uno de ellos es Villanueva de los Infantes. Razones no le faltan para ello. Como razones no faltan para visitarlo. Villanueva no es un lugar para olvidar.

Plaza Mayor. Foto: J.A.Padilla

Villanueva de los Infantes está situada en el centro del Campo de Montiel. Declarada Monumento Histórico-Artístico desde 1974, es el más importante conjunto representativo del barroco y del renacimiento manchego. El trazado urbano es muy simétrico y ofrece numerosos lugares de interés arquitectónico. Destacan edificios civiles como La Casa de los Estudios o La Alhóndiga, religiosos como la impresionante Iglesia de San Andrés o la Iglesia de Santo Domingo, palacios como el de los Ballesteros o la Casa Palacio de los Rebuelta, y casas populares de gran belleza, como la Casa de la Pirra o la del Caballero del Verde Gabán. Todo ello teniendo como punto de referencia la impresionante Plaza Mayor.

Iglesia de San Andrés. Foto: J.A. Padilla

Villanueva de los Infantes nos conduce al Siglo de Oro español. Uno de sus máximos representantes, Francisco de Quevedo eligió este lugar para vivir, y para morir aquel 8 de septiembre de 1645. Hoy sus restos mortales se encuentran la Iglesia de San Andrés.

Iglesia de San Andrés y Casa Rectoral, a la derecha. Foto: J.A. Padilla

La iglesia de San Andrés sorprende cuando llegamos a la Plaza Mayor de la villa. Es de estilo gótico, y en su interior se encuentra un retablo de Santo Tomás de Villanueva del siglo XVIII y un interesante púlpito plateresco del siglo XVI. En una cripta bajo la Sala Capitular están los restos de D. Francisco de Quevedo y Villegas. En su exterior destacan dos elementos que llaman la atención, como son la torre y la Casa Rectoral. El primero de ellos, situado en la parte izquierda de la portada, pertenece a la segunda mitad del siglo XVII, y esta dividida en cuatro cuerpos decrecientes en altura. El segundo de los elementos, la Casa Rectoral, pertenece al siglo XVI.

Y ya que estamos en la Plaza Mayor, aprovechemos para saber más de ella. Es una plaza rectangular y data de principios del siglo XVII. En ella se aprecian varios estilos, que van desde el barroco a la arquitectura popular de aquel tiempo. En la parte norte y oeste de la plaza, la torre de planta cuadrada de la mencionada iglesia de San Andrés Apóstol. Al oeste, un edificio de tres niveles y soportales con arcos de medio punto, que ocupa, entre otros, el Ayuntamiento. La arquitectura popular se hace patente en el lado sur, con bonitos edificios de balcones corridos sujetos con zapatas.

Plaza Mayor y Monumento a Cervantes. Foto: J.A. Padilla

También encontramos en la plaza un conjunto escultórico formado por la figura de Don Quijote de la Mancha, Sancho Panza y las monturas de ambos, obra del escultor Juan Antonio Giraldo.

Calle Cervantes. Foto: J.A. Padilla

Una vez vista la plaza, salimos hacia una calle más importantes de la villa, la calle Cervantes, la cual llega hasta el Convento de las Dominicas de la Encarnación. A lo largo de ella encontramos elementos decorativos en madera y forja y, además, tiendas y restaurantes con terrazas para disfrutar de estas calles históricas.

Convento de Santo Domingo. Foto: J.A. Padilla

El convento de Santo Domingo de Villanueva se encuentra a solo unos pocos pasos del centro histórico y cultural de la villa. Como ya hemos dicho, en una de sus celdas murió el escritor Francisco de Quevedo. Hoy alberga un hotel. Fundado en 1526, en 1844, tras la desamortización de Mendizábal fue vendido al Estado que lo utilizó para escuela 1979.

Foto: J.A. Padilla

Cercana a la Plaza Mayor se encuentra el Alhóndiga, edificada en el siglo XVI como pósito y Casa de Contratación hasta que, a mediados del siglo XVIII, se transformó en la cárcel del partido. Actualmente se encuentra ubicada la Casa de Cultura.

Casa de Caballero de Verde Gabán. Foto: J.A. Padilla

Pasear por Villanueva de los Infantes es encontrarnos agradables sorpresas. Como la Casa del Caballero del Verde Gabán, una casa señorial que perteneció a don Diego de Miranda y que, según la tradición, aparece descrita por Miguel de Cervantes en el capítulo XVIII de la segunda parte de El Quijote: “Halló Don Quijote ser la casa de don Diego de Miranda ancha como de aldea; las armas, empero, aunque de piedra tosca, encima de la puerta de la calle; la bodega en el patio; la cueva, en el portal; y muchas tinajas a la redonda que, por ser del Toboso, le renovaron las memorias de su encantada y transformada Dulcinea….”. Esta casa perteneció a la Compañía de Jesús, como atestigua la cruz existente sobre su puerta. En su interior existe un bello patio de estilo castellano, con pórticos sobre columnas toscanas con zapatas, y galerías superiores con balaustradas. Posee el típico pozo y la entrada a la cueva.

Casa de la Inquisición. Foto: J.A. Padilla

Otra casa importante es la Casa de la Inquisición, de la que solo se conserva su portada de sillería adintelada con el escudo del Santo Oficio, fácilmente reconocible por la cruz, las tibias cruzadas y la calavera. Fue cárcel de la Inquisición.

Casa del Arco. Foto: J.A. Padilla

La Casa del Arco es de mediados del XVII, destacando su fachada, de estilo neoclásico. La portada tiene dos cuerpos. El inferior adintelado entre dobles medias columnas dóricas, y el superior adintelado entre pilastras toscanas cajeadas. La puerta contiene conchas de bronce, al igual que los herrajes y aldabones. Antiguamente fue la Casa de Los Cañuto. Enfrente hubo un corral de comedias.

Oratorio. Foto: J.A, Padilla

El Oratorio de Santo Tomás de Villanueva, llamado también Oratorio de Santo Tomasillo se encuentra frente a la Casa de Santo Tomás. El Oratorio es un edificio de estilo barroco. Es una pequeña construcción de sillares en la parte baja y mampostería y ladrillo en la superior, con espadaña. Se decora con una portadilla de dos cuerpos, adintelado el inferior, donde se puede leer “Oratorio Ermita en casa de los Aguados Año 1713”.

Casa de Santo Tomás de Villanueva. Foto: J.A. Padilla

La relación de casas y edificios históricos es interminable y, aunque en algunos casos el tiempo ha hecho mella en ello, aún conservan buena parte de su antiguo esplendor.

Foto: J.A. Padilla