Retrato de la madre del artista. Whistler

RETRATO DE LA MADRE DEL ARTISTA. James McNeill Whistler. Museo de Orsay. París

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Este Retrato de la madre del artista, también conocido como Arreglo en gris y negro n.º 1, es un óleo sobre lienzo del pintor estadounidense James McNeill Whistler, fechado en 1871. Mide 144,3 × 162,4 cm, y se exhibe en el Museo de Orsay de París tras su adquisición en 1891 por el estado francés.

Pese a parecer una composición muy elemental, es un cuadro de una enorme personalidad y dotado de un extraño magnetismo que atrae de manera importante al espectador. El cuadro, a parte de su valor artístico, no sirve para conocer la vida de Anna Matilda McNeill, la protagonista del cuadro y madre del artista.

Anna Matilda tuvo cuatro hijos, de los cuales dos murieron. Una circunstancia que unieron al mayor de los hijos, James, creándose entre ambos un fuerte vínculo afectivo. La familia tuvo que emigrar a San Petersburgo, ya que a su padre, ingeniero, aceptó allí un trabajo. Allí, James descubrió y desarrolló su talento artístico. Tras dos años de estudio en Rusia, James y su madre se fueron a vivir a Londres, donde el pintor estudió fotografía. Tuvieron que regresar a Estados Unidos cuando su padre murió de cólera. James ingresó en la escuela militar de West Point, donde aprendió cartografía, aunque después decidió dedicarse por completo al arte, abandonando la carrera militar. Por tal motivo AdChoicesse mudó a París con dinero de una herencia familiar para estudiar arte, donde vivió durante tres años de manera muy modesta. En 1859 regresa a Londres. Mientras, su madre se sentía sola en América. Whistler le pide que se mude a vivir con él.

Este cuadro fue pintado en 1871 y su madre, por aquel entonces, tenía 67 años y llevaban viviendo juntos en Londres durante 5 años. James pidió a su madre que posara en su casa de Chelsea tras esperar inútilmente la llegada de una modelo. Finalmente, la mujer posa sentada, vestida de luto, con  gesto triste en medio de un ambiente gris y con unos pequeños toques de luz que suaviza la escena. Ana Matilda posa con toda la dignidad posible. Y el afecto que transmite el cuadro demuestra la relación entre madre e hijo, por lo que se piensa que el retrato no se pintó de manera casual. Al fondo de la composición, vemos un cuadro que reproduce una lámina del Támesis, tema éste muy frecuente en algunos cuadros pintados por este autor.

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Resulta curioso que el pintor, que manifestó en algunas ocasiones su obsesión por la armonía del color, creara sus dos obras más importantes, este Arreglo en gris y negro, y su Sinfonía en blanco nº. 1,  prácticamente monocromos. En efecto Sinfonía en blanco, nº 1, también conocido como La dama blanca, es un cuadro en el que aparece una mujer a cuerpo completo situada encima de una piel de lobo, sujetando un lirio en la mano, mientras el fondo aparece cubierto por una cortina blanca. La modelo que aparece es en esta ocasión la amante del pintor, Joanna Hiffernan.  El cuadro es una alegoría de la inocencia y una moderna alusión a la Virgen María. Actualmente el cuadro está expuesto en la Galería Nacional del Arte de Washington. En la esquina superior derecha aparece la firma y la fecha del cuadro.

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