La joven de la perla; Vermeer

MUSEO VIRTUAL – PASAJERO 56

LA JOVEN DE LA PERLA. Johannes Vermeer. Mauritshuis. La Haya

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La joven de la perla, también conocida como La Mona Lisa del norte es una de las obras maestras del pintor holandés Johannes Vermeer realizada entre 1665 y 1667. El nombre del cuadro procede de la perla que lleva la joven como pendiente. La pintura se encuentra en el museo Mauritshuis de La Haya. Los estudiosos de la obra de Vermeer define a esta imagen como tronie, nombre que se daba en Holanda en el siglo XVII a los retratos que no eran identificables y que eran muy expresivos y que los pintores realizaban para demostrar su habilidad en el retrato. Sea como fuere, este cuadro se ha convertido en un icono del arte de esta época y se le ha comparado con La Mona Lisa de Da Vinci, tal vez porque su protagonista ejerce una atracción especial sobre todo el que la mira y su gesto posee magnetismo y misterio a la vez.

Vermeer no fue un pintor fecundo. En realidad, pintaba un par de cuadros al año, cuadros pequeños que reflejaban interiores domésticos con un único personaje, casi siempre una mujer. Cuadros como La joven de la perla, posando actitudes tranquilas, relajadas y pensativas, sin que podamos saber si está triste o feliz, mientras mira al pintor con esa mirada cómplice e inocente que atrae y atrapa de inmediato al espectador.

Meisje_met_de_parel - copia

La muchacha recorta su busto de perfil ante un oscuro fondo neutro, girando la cabeza para dirigir su intensa mirada hacia el espectador. Su boca se abre ligeramente, como si deseara hablar. Viste una chaqueta de tonalidades pardas y amarillentas en la que sobresale el cuello blanco de la camisa, cubriendo su cabeza con un turbante azul del que cae un paño de color amarillo, elementos que sirven para acentuar la belleza e inocencia de la joven. No existe atributo alguno que nos lleve a pensar que es una persona de alta alcurnia porque todo en ella es modesto y sencillo. Incluso la gran perla que le ha dado nombre que adorna su oreja y que transmite el brillante reflejo de la luz que ilumina su rostro, se ha puesto en duda porque es muy grande para ser una perla y, además, es un atributo caro. Por ello, se especula con que la supuesta perla sea, en realidad, un pendiente de algún metal muy brillante o un cristal.