Cáceres

La Plaza Mayor de Cáceres es una de las principales plazas de la ciudad y el centro neurálgico de la ciudad. Desde ella se puede acceder a la entrada al casco antiguo por el Arco de la Estrella. La plaza está presidida por el Ayuntamiento, edificio  construido en 1869 por Ignacio María de Michelena. Además, se pueden contemplar en ella monumentos tan emblemáticos como la Torre de la Hierba, la de los Púlpitos y, sobre todo, la Torre de Bujaco junto a la Ermita de la Paz.

La plaza está dividida en dos Partes. En una se tiene acceso a los edificios históricos, mientras en el otro vemos edificios que se encuentran alrededor de la plaza con soportales porticados,  pilares de piedra, y que pertenecen al del siglo XVI. Dentro de ellos puedes encontrar bares y tiendas de recuerdos.

En la parte histórica, como decimos, se encuentran los edificios importantes. Empecemos por a Torre de la Hierba, una construcción de origen almohade y levantada sobre sillares romanos. Data del siglo XII, momento en el que se acometió la última reforma de la muralla antes de la reconquista definitiva de Cáceres por parte de las tropas del rey Alfonso IX de León. Está construida de tierra o adobe prensado como material principal. Está situada junto al Foro de los Balbos.

Como decíamos antes, la plaza está presidida por el edificio del Ayuntamiento, de estilo neoclásico, iniciado en 1867 y siendo acabado en 1869. Se encuentra elevado sobre una escalinata, destacando en la fachada el atrio porticado con cinco arcos de medio punto. Se remata el edificio con el escudo de la ciudad y un frontón en el centro que alberga un reloj.

Una de las torres más emblemáticas de Cáceres es la Torre del Bujaco, también una torre albarrana, construida por los almohades en el siglo XII, sobre una base de  sillares romanos. Tiene planta cuadrada, con dos matacanes laterales y uno frontal, este último de estilo renacentista, añadido a la torre en el siglo XVIII. Su altura aproximada es 25 metros con remate de almenas. Al lado de esta torre se encuentra la Ermita de la Paz. En su entrada se abre un pórtico con tres arcos de medio punto sobre pilares de sillería. Su cubierta es de ladrillo.  Dentro de la iglesia de pequeñas dimensiones se encuentra un retablo barroco presidido por una imagen de la Virgen con el Niño Jesús en brazos, obra del escultor Pedro Correa. Tras estos dos monumentos se levanta otra torre, la Torre de los Púlpitos, que es la única que está edificada en el exterior de la muralla pero que conecta con un palacio del interior de la muralla. Mide  unos 16 metros de altura y es la única añadida a la muralla después de la reconquista de Cáceres por las tropas del rey Alfonso IX de León.  Recibe su nombre de las defensas que asemejan los púlpitos de una iglesia.

Desde la Plaza Mayor, junto a la ermita, se encuentra la escalinata que nos lleva al Arco de la Estrella, que nos conduce al casco antiguo de Cáceres. En el otro lado de la amplia plaza se encuentran edificios con tres alturas, donde podemos encontrar tiendas y restaurantes. Desde hace algunas décadas se impuso encalar las fachadas, por lo que todos ellos son de color blanco.