Los Cinco sentidos. Brueghel el Viejo y Rubens

LOS CINCO SENTIDOS. Jan Brueghel, el Viejo y Peter Paul Rubens. Museo del Prado

Los cinco sentidos son una serie de cinco cuadros pintados al óleo sobre tabla que representan a las alegorías sobre los sentidos humanos. Fueron pintados Jan Brueghel el viejo y  Peter Paul Rubens, durante la época española de los Países Bajos. Brueghel se encargó de pintar el paisaje y los objetos de los cuadros, mientras que Rubens fue el encargado de pintar las figuras humanas. Todos ellos forman parte de la colección permanente de El Prado.

En aquella época, en el año 1617, ambos trabajaban como pintores de corte para el archiduque Alberto de Austria y la archiduquesa Isabel Clara Eugenia, gobernadores en aquel tiempo de los Países Bajos, mecenas de ambos pintores. Algunos de los elementos de la serie están relacionados con la pareja.

Veamos cada uno de ellos:

El Olfato

En este cuadro aparecen los dioses clásicos Cupido y Venus, ambos completamente desnudos muy del estilo de Rubens, quienes aparecen rodeados de flores diversas. En el fondo del cuadro ,junto a los frondosos árboles se observan varias construcciones, entre ellas una fuente. El cuadro hace referencia a los olores, o más bien podríamos decir aromas, ya que todos las flores hacen referencia a los buenos olores. Tan solo la mofeta, situada a los pies de la diosa podría representar a la fetidez, pero la serenidad del perro, animal con gran olfato, no parece sentir el mal olor. En el fondo se observan algunas construcciones y árboles. Brueghel ha ocultado cualquier alusión a los malos olores, triunfando los aromas procedentes de la floresta. Como decimos antes, Brueghel pintó las flores y el paisaje y Rubens las figuras de los dioses y el ramo de flores.

Detalle

En el cuadro aparecen varios animales, pintados todos por Brueghel. Una pareja de pavos reales, símbolos de la belleza. A los pies de Venus aparece un animal curioso: una civeta africana. Este animal segrega una sustancia en unas glándulas que es utilizada para fabricar perfumes muy cotizados. Junto a ella se observa a un perro, un animal con un sentido del olfato muy desarrollado. En la parte inferior del cuadro se observan dos cobayas, animales que ya fueron utilizadas por Brueghel en su cuadro El jardín del Edén.

La Vista

En el cuadro dedicado al sentido de La Vista, una mujer, también desnuda, mira con gran atención un cuadro que le muestra un amorcillo. Sin duda alguna, este el más complejo de los cuatro cuadros de la serie, con gran número de detalles geniales. Todos los elementos que aparecen en él tienen relación con la vista y muchos con las bellas artes. Aparecen `pinturas, esculturas, tapices, piezas de orfebrería y porcelana y monedas junto a instrumentos de astronomía y cartografía como un telescopio o instrumentos de dibujo. También vemos un globo terráqueo. Algunos de los cuadros son copias en miniatura de obras de los propios artistas, como La caza del tigre de Rubens o La Virgen y el Niño en una guirnalda, que también pintaron juntos. En la mesa de la izquierda, vemos un retrato de Alberto de Austria e Isabel Clara Eugenia, mientras en el suelo hay otro retrato del archiduque a caballo. En la lámpara del techo, ricamente decorada, se observa el águila bicéfala de los Habsburgo. El águila es el animal que simboliza el sentido de la vista.

Detalle

En el suelo, bajo los personajes, vemos a un mono con unas gafas en la mano. También vemos a un perro, otro animal que se distingue por su vista.

El Tacto

En El Tacto volvemos a ver a Venus como la mujer está que está abrazando y besando a un amorcillo, como en los cuadros anteriores, desnudos ambos. Representa al beso, una de las formas de tacto que practica el ser humano como expresión de amor, de afecto o de amistad. Pese a estar situados ambos personajes a un lado del lienzo, son el centro de atención del mismo y a su alrededor se disponen los demás elementos. Una escena que sorprende por la presencia de objetos que parecen no tener relación entre si, aunque sí con el sentido que define. Así, el beso representaría una forma de tacto, como el placer. Las armas, el dolor y el tacto frío del metal. La alfombra, el tacto. Y el brasero, el calor que produce en nuestra piel. Y así con el resto de objetos. También, como en los demás cuadros, se aprecia la presencia de un animal. En este caso, la tortuga, como símbolo del tacto.

Detalle

Vemos, además, una serie de cuadros, todos representando escenas de guerra, en consonancia con las armaduras que se amontonan a la izquierda del lienzo. Bajo ellas vemos a dos escorpiones, representando el dolor producido por su picadura. Sobre los personajes vemos cuadros sobre la flagelación de Cristo, una escena de caza con un perro que muerde a un ciervo y otros similares. También vemos una sierra y otros elementos utilizados en la amputación de miembros. En general, se aprecian más elementos relativos al dolor que al placer, tal vez porque son más numerosos los que producen dolor y el sentido del tacto está más relacionado con ello. Placer, dolor, suavidad y frío son las sensaciones descritas en relación al sentido del tacto.

El Gusto

En El Gusto, Brueghel y Rubens se centran, como es lógico, en un espléndido y abundante banquete en el que no falta detalle ni alimentos. Beneficiándose del mismo se aprecia a una mujer, en este caso vestida, una ninfa, en este caso acompañada por un fauno que está llenando la muy enorme copa de la dama. Y aunque es evidente que el banquete es más que suficiente para esta, al fondo se aprecia una cocina en la que se continúa guisando. Sobre la silla de la dama descansa un mono, animal que representa el sentido del gusto.

Detalle

En la parte superior se aprecia el cuadro de Brueghel que representa a Cibeles recibiendo regalos de las cuatro estaciones y, junto a él otro sobre Las Bodas de Canáa, con Jesucristo convirtiendo el agua en vino. En el cuadro se incluyen animales que forman parte de protagonizar un banquete como el que se describe en la composición, coo un enorme bodegón.

El Oído

Finalizamos esta serie de cuadros que representan a los cinco sentidos con  El Oído. Aquí, nuestra protagonista está situada una sala palaciega iluminada espléndidamente por un enorme mirador que proporciona la luz de la estancia y muestra un paisaje que traslada la escena hasta el infinito. de perspectiva casi infinita. Vemos un palacio que, en realidad, pertenece a Alberto de Austria y Clara Eugenia.

Detalle

La dama, también desnuda, mira al espectador mientras con un instrumento musical interpreta una melodía cuya partitura la sujeta un amorcillo, ayudando a pasar las páginas. Al fondo de la estancia, a la izquierda, un grupo de personas están cantando y tocando instrumentos. Sobre la mesa, se aprecia hay una partitura abierta en la que se puede leer el nombre de compositor: Pietro Philippi Inglese, organista oficial de Isabel Clara Eugenia y Alberto de Austria, con el escudo de armas de la pareja.

En el enorme salón vemos instrumentos musicales colocados según un orden establecido, los de cuerda a la izquierda y, a continuación, los de viento madera, percusión y metal. A la derecha vemos objetos que emiten distintos sonidos, como los relojes, Los distintos pájaros y aves canoras, lar armas de fuego, etc. el pájaro mecánico de la jaula, las armas de fuego. Como en el resto de los cuadros, vemos el animal que representa este sentido, en este caso, el ciervo, un animal que tiene un oído muy fino y que lo utiliza para evadirse de sus enemigos. En la parte superior, un cuadro representando este sentido, en este caso Orfeo calmando a los animales con su lira.