ALMUÑECAR, LA SEXI

Puesta de sol en playa de Cotobro (Almuñécar)
Puesta de sol en playa de Cotobro (Almuñécar)

 

 

El historiador griego Estrabón, en la época del emperador Augusto, describe a Sexi como una ciudad fenicia y de la que recibe el nombre el «Salazón Sexitano» se sitúa entre Mainake y Abdera, también fenicias. Posiblemente esta información procesa de fuentes anteriores a él. Más tarde, el geógrafo romano Cayo Plinio Segundo, Plinio el Viejo, en el siglo I de nuestra Era, obra Historia Natural menciona también a la industria de salazón y la riqueza de sus aguas y la abundancia de pesca. Hoy, encontramos en la antigua Ex o Sexi testimonios del pasado fenicio-púnico, como las necrópolis Laurita, en el cerro de San Cristobal, en el Puente de Noy y en Cerro Velilla.

Ex fenicia
Ex fenicia

Y es que los fenicios importaron aquí sus rituales de enterramiento, en el cual el cadáver ataviado con sus joyas se depositaba en una fosa rectangular excavada en la roca, en cuyas esquinas se colocaba el ajuar funerario y se sellaba con maderas y barro rojo. También recordaron aquí su panteón de dioses egipcios, como Horus, Tot o Hator.

Enterramiento fenicio
Enterramiento fenicio

En el año 210 a.C., durante la Segunda Guerra Púnica entre Cartago y Roma llegarán de los romanos a la Península, y se asentarán rápidamente en los pueblos del Mediterráneo. En Ex se encontrarán una ciudad próspera, con una gran industria de salazón de pescado y con su propia moneda.

Sexi romana
Sexi romana
Ruinas de El Majuelo. Fábrica de salazón
Ruinas de El Muelo. Fábrica de salazón

Un esplendor que mantendrá bajo el Imperio romano, adoptando el nombre de Firmum Iulium Sexi. La principal actividad económica seguirá siendo la industria de salazón de pescado, elaborando el preciado garum, una especie de paté realizado con vísceras de pescado, que se exportaba a todo el Imperio.

Acueducto
Acueducto

Los romanos construirán una trama urbana en la que destacarán: el acueducto, algunos de cuyos tramos siguen utilizándose hoy en día en los regadíos tradicionales, cuyo recorrido alcanzará los 7 kilómetros, y cuyo alguno de sus tramos puede observarse hoy en día; la Cueva de Siete Palacios, situado en el Cerro de San Miguel, formado por una gran bóveda longitudinal con siete naves transversales, hoy Museo Arqueológico Municipal, donde se exponen interesantes piezas arqueológicas pertenecientes a las distintas culturas que han pasado por Almuñécar a lo largo de la historia, entre las que destacan las piezas egipcias llevadas a la antigua Sexi por los fenicios, como el vaso cinerario del faraón Apofis I, perteneciente al siglo XVII a.C., que contiene el texto escrito más antiguo conservado en la Península Ibérica, y probablemente de todo el Mediterráneo occidental.

al-Munakkaren arabe
al-Munakkaren arabe

Tras la caída del Imperio Romano en el año 476 d.C., los visigodos se establecieron en la Península Ibérica, hasta que en año 711 los musulmanes invaden la Península Ibérica y van penetrando a través de las costas andaluzas, dando comienzo a una nueva era y a un nuevo reino: Al-Andalus. Almuñécar pasa a formar parte de la comarca (o cora) de Elvira.

Estatua de Abderramán en Almuñecas
Estatua de Abderramán en Almuñecas

Por entonces, el emir Abd al-Rahmán, o Abderramán, nieto del califa omeya de Damasco, Hisham al Malik, llevaba cinco años huyendo de los Abasidas de un lugar a otro por el norte de África, hasta encontrar refugio entre los beréberes de la tribu Nafza, cerca de Ceuta. Allí, con ayuda de los bereberes y omeyas que aún permanecían en la Península, el 15 de agosto de 755 desembarcó en Almuñécar y un año más tarde derrotó al emir Yusuf al-Fihrí y conquistó Córdoba, creando el Emirato de Córdoba en el siglo X, Almuñecar se convierte en medina perteneciente a la taifa de Granada, siendo su puerto más importante. La ciudad, conocida entonces como ḥiṣn al-Munakkaren, está protegida por el castillo que coronaba su cerro, hoy San Miguel, poseía puerto, mezquita mayor, mercados y arrabales, y producía caña de azúcar y todo tipo de frutos, además de una buena pesca y una importante industria de fabricación de seda.

Monumento al navegante fenicio
Monumento al navegante fenicio

Tras la creación del reino nazarí por parte de almorávides y almohades, Granada se convertirá en el último bastión del Islam en la Península. Almuñécar, en esta época, se convertirá en el lugar de descanso elegido por la dinastía nazarí. El castillo se convertirá en el lugar donde moren sus reyes, pero también sus mazmorras serán utilizadas por sultanes y otros cargos importantes de la corte nazarí acusados de traición.

Castillo de San Miguel
Castillo de San Miguel

Este periodo continuará hasta que en el año 1489, las tropas cristianas conquistan la ciudad granadina de Baza, lo que supondrá el final del reino nazarí y de la presencia árabe en la Península. Ese mismo años se firmarán en Almuñecar las llamadas Capitulaciones, por parte de los Reyes Católicos y el rey Boabdil por las que se rendía la costa granadina a cambio de la retirada pacífica de los musulmanes. poniendo fin a ocho centurias de poderío musulmán. Tres años más tarde Boabdil, el Chico, entregará con lágrimas en los ojos el palacio de La Alhambra y su querida Granada a los Reyes Católicos, dando fin a ochocientos años de presencia musulmana.

Observatorio del castillio
Observatorio del castillio

Testigo del esplendor nazarí quedará el Castillo de San Miguel, entre cuyos muros se han hallado vestigios arqueológicos de los periodos púnico y romano, y las modificaciones musulmanas y las realizadas a finales del reinado del rey Católico Fernando ya en el S.XVI: el foso, el puente levadizo y la imponente fachada de entrada con sus cuatro torreones circulares. Durante la Guerra de la Independencia contra los Franceses sufrió el bombardeo de las tropas inglesas, quedando en estado ruinoso, y sería utilizado como cementerio hasta fechas recientes, que ha sido restaurado y convertido en museo.

Vista general de Almuñecar
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Una respuesta a “ALMUÑECAR, LA SEXI”

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