Llanes

Foto: J.A. Padilla

En la costa este de Asturias, con los Picos de Europa en el horizonte se encuentra la Villa de Llanes, cuya luz y ambiente invita a zambullirse en las azules aguas del mar Cantábrico. En Llanes se cumple esa relación entre el mar y la montaña. En Llanes se cumple esa relación entre las tradiciones rurales asturianas y su condición de villa turística.

Foto: J.A. Padilla

Llanes es un lugar ideal para visitarla debido al encanto de las calles y casas nobles, los buenos sitios para comer y para comprar alguna pieza artesana o algún producto de la zona, pero también para tomar contacto con su maravillosa costa y playas y sus impresionantes acantilados. Su Enorme puerto tuvo una gran importancia en el pasado y hoy exhibe cobijo a la navegación deportiva y de ocio. El mar, aunque de aspecto plácido, es otra de las atracciones debido al fuerte oleaje que azota Llanes. En los 30 del siglo pasado se añadieron tres monolitos de hormigón armado para evitar las fuertes sacudidas del mar en la zona portuaria, lo que proporcionaba un espectáculo singular al saltar las olas por encima de estos bloques. Por ello, finales del siglo pasado, el espigón se protegió con bloques de hormigón, que quedarían inmortalizados en la obra pictórica de Agustín Ibarrola, llamada “los Cubos de la Memoria”.

«Cubos de la Memoria», de Ibarrola. Foto: J.A. Padilla

La principal característica de Llanes es su bocana, cucha estrechez va alargando el puerto hasta adentrarse en el casco antiguo, convirtiéndose en una calle más del entramado urbano y vertebrando la villa.

Foto: J.A. Padilla

Pero además, la villa atesora una significativa historia, como lo demuestra el hecho de que Llanes es uno de los pueblos que más palacios y casas blasonadas posee en todo Asturias, especialmente dentro de su recinto amurallado. Pero además encontramos otros edificios que componen su gran patrimonio monumental.

Ayuntamiento. Foto: J.A. Padilla

Como el edificio del Ayuntamiento, construcción de finales del siglo XVIII de estilo neoclásico. La Casa-Palacio de los condes de Vega del Sella, obra del siglo XVII. El monumental Casino de Llanes, levantado a principios de siglo XX. La Iglesia de San Antolín de Bedón, obra que data del siglo XII, de estilo románico.

Casino. Foto: J.A. Padilla

En cuanto a la Muralla que rodea Llanes, se inició en el siglo XIII tras la concesión a la Villa de Llanes del Fuero. La muralla contaba en origen con 840 metros de forma cuadrada que contenía un espacio interior de siete hectáreas y una anchura de muro de metro y medio, aunque sucesos posteriores la afectaron notablemente. En el siglo XIX sufrió daños tras las guerras de Independencia y la carlista. Contaba con cuatro puertas de entrada, de la que solo queda la denominada Puerta de la Villa, por ser la puerta de entrada principal de la villa. Las otras tres han desaparecido.

Playa del Sablón. Foto: J.A. Padilla

El otro atractivo de Llanes son sus playas, de las que destaca la playa de El Sablón, que debe su nombre al vocablo asturiano “sable”, que significa arena y está []ubicada en el mismo casco urbano. Posee un paseo marítimo conocido como Paseo de San Pedro, en forma de concha, que llega al oeste hasta la punta de San Pedro. La playa está junto a los restos del castillo de Llanes, de los que queda en pie el conocido como Torreón de Llanes.

Iglesia de San Antolín de Bedón. Foto: J.A. Padilla

No nos faltarán actividades en Llanes y solo el tiempo, cronológico, será nuestro mayor enemigo porque son muchas las cosas que hay que visitar. El otro tiempo, el atmosférico, no ha de ser impedimento para la visita.

Bocana. Foto: J.A. Padilla