Riaza

Déjenme que les diga que, según mi opinión, estamos ante una de las plazas mayores más bonitas de España. Y lo hago porque creo que muchos pensarán igual que yo. Pero antes de entrar en su impresionante plaza, conozcamos algo sobre la villa segoviana de Riaza. s Esta se encuentra al pie de la sierra de Ayllón, a casi 1200 metros de altitud, lo que lo convierte en clima frío y húmedo.  Riaza fue un importante centro ganadero y de esquileo, como bien nos lo recuerdan sus antiguas Ordenanzas de 1457, y está situada en la conocida Cañada Real segoviana. En ella hubo desde el siglo XV batanes, casas de tintes y de cardados de lanas, lo que la convirtió en una de las localidades más importantes de la industria y manufactura de la lana.

Y ahora, entremos en su plaza. La primera impresión es que entramos en un coso taurino. Toda ella redonda, con un gran albero y con soportales para resguardarse del sol o de la lluvia. Y en efecto, la Plaza Mayor de Riaza  debe su forma a su condición de ruedo,  no en vano en esta villa se celebra unas extraordinarias fiestas patronales donde el principal protagonista es el toro.  Desde esta plaza se puede observar la iglesia parroquial, gótica y renacentista de traza sobria y alto campanario.

La Plaza es el lugar de referencia de la villa y en ella se puede degustar la gastronomía castellana de la zona y descansar en una de sus terrazas de verano. Los lunes suele tener lugar un mercadillo de gran interés y concurrido. En la plaza estuvo colocado el rollo o picota hasta comienzos del siglo XIX. Hubo una época en la que se pensó colocar en el centro de la misma una fuente, aunque esta idea fue desechada por la dificultad que esta fuente ocasionaría para la lidia taurina. Al final de la plaza se encuentra la iglesia de Nuestra Señora del Manto.

Esta plaza porticada corresponde al siglo XVIII, y está rodeada de gradas de piedra y un balaustre con forja de hierro, que siempre ha ejercido y ejerce como coso taurino donde se celebraban corridas y encierros de toros. Todo el perímetro de la plaza está rodeado por sus tradicionales viviendas de arquitectura serrana. Desde 1993 las corridas de toros ya no se celebran en este lugar al haber sido construida una plaza nueva.

En Presidiendo la plaza, en el más amplio sentido, se encuentra el edificio de la Casa Consistorial, o Ayuntamiento, un sobrio edificio de color blanco que fue construido en el siglo XVIII. Su estructura salva el nivel estructural de la plaza. Se trata de un edificio de tres plantas con un balcón central protegido por una barandilla. En la parte superior se encuentra el campanario y un reloj adquirido en Madrid a finales del siglo XIX. Como dije antes, preside la plaza y sirve de palco y presidencia en las corridas de toros.

Bajo los soportales podemos encontrar una excelente oferta, tanto de carnes y productos típicos de la zona, como cafeterías y restaurantes donde recuperarnos de tantas emociones.