La plaza de Santa María es la plaza mayor de Guadalupe. Cuenta en el centro con una pequeña fuente, numerosos bares y restaurantes donde poder disfrutar de la gastronomía de la zona, la oficina de turismo, etc. Pero lo que le da esa grandiosidad es la fachada del monasterio que se puede vislumbrar íntegramente. Un monasterio que posee una importante importancia en la historia de España.
En efecto, en esta plaza se eleva, casi hasta el mismo cielo, la imponente fachada del Real Monasterio, Patrimonio de la Humanidad desde 1993.
En medio de la plaza se encuentra una fuente cuya parte superior fue pila bautismal en el interior de la basílica y en ella se bautizaron dos indios que Cristóbal Colón trajo de América para presentarse ante los Reyes Católicos, poniéndoles por nombre Cristóbal y Pedro. En realidad, actualmente la fuente sirve para regular el tráfico de los vehículos, como si del centro de una rotonda se tratara.
Junto al monasterio y fuente, la plaza está rodeada de establecimientos y casas con la estructura arquitectónica típica de la zona y que ofrecen sus productos a los visitantes. Y desde este punto la plaza da acceso a varias calles que nos conducen a los puntos más típicos de la villa.
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