San Ginés

Foto: J.A. Padilla

En la calle del Arenal, a unos centenares de metros de la Puerta de Sol, encontramos una de las más antiguas iglesias madrileñas. Su origen se remonta a los siglos XII y XIII y es de origen mozárabe. Nos referimos a la iglesia de San Ginés, que se muestra con una magnífica entrada, como un anticipo de lo que encontraremos en su interior.

La iglesia actual, sin embargo, ha sufrido varias remodelaciones, una de ellas en el siglo XIV, siendo prácticamente reedificada en el siglo XVII, momento en el que se añade su característica torre. Un posterior incendio, en el siglo XIX, obligó de nuevo a reformarla.

Foto: J.A. Padilla

La iglesia actual con tiene tres puertas con arcos almohadillados. Su entrada atraviesa una lonja y era el lugar donde se encontraba el cementerio. Debajo de las escaleras existe un pozo utilizado en su día como horno crematorio donde se quemaban a los reos ejecutados en la Plaza del Arrabal, hoy Plaza Mayor.

Foto: J.A. Padilla

El interior presenta tres naves con planta de cruz latina, separadas por arcos de medio punto y varias capillas cerradas por verjas de hierro. Destacan los tres retablos de la cabecera. El central, en el ábside, y los laterales, en las cabeceras de las naves. El retablo mayor, que ardió en 1824, presentaba un magnífico lienzo de Francisco de Ricci con el martirio de san Ginés de Arlés.

Foto: J.A. Padilla

El actual corresponde al pintor José San Martín quien se inspiró en el anterior. La pintura representa a San Ginés, en el centro, contemplando cómo se abre la gloria por la que desciende un grupo de ángeles portando la corona y la palma de su martirio. A la izquierda, en el trono sedente, el pretor Vario muestra la sentencia y ordena su ejecución.

Foto: J.A. Padilla

A los pies del cuadro, los dos ángeles orantes de principios del siglo XIX son depósito del Museo del Prado en 1871.

Foto: J.A. Padilla

Encabeza la nave del Evangelio, situada a la izquierda del retablo mayor, un retablo donde se encuentra la imagen tallada de Nuestra Señora de Valvanera, obra de Pedro Alonso de los Ríos, del siglo XVII.

En el lado de la Epístola, en el retablo del crucero y al otro lado de la Virgen de Valvanera, vemos una imagen de San José, obra de Juan Adán.

Foto: J.A. Padilla

A la derecha del templo nos encontramos la capilla dedicada a la Inmaculada Concepción, obra firmada por Francisco Camilo en 1656, en la que destaca su luz brillante y colorista. Está flanqueada por las banderas de España y el Vaticano.

Foto: J.A. Padilla

La Virgen se sostiene sobre ángeles y está rodeada de querubines con la mirada hacia el Espíritu Santo.

En la capilla de la Sagrada Familia vemos un cuadro de Juan Carreño Miranda, del siglo XVII. Sobre el altar, un busto de San Jerónimo, de Juan Alonso Villabrille. Originalmente, el busto pertenecía a una talla de cuerpo entero que se quemó en el incendio de 1824. A los lados del cuadro se encuentran: a la izquierda, San Isidro; y a la derecha, Santa María de la Cabeza, su esposa.

Foto: J.A. Padilla

En la capilla dedicada a la Virgen de las Angustias existe, además, una imagen tallada en madera policromada del Santísimo Cristo de la Salud, caído con la Cruz, camino del monte Calvario, de Nicolás Fumo, uno de los más grandes artistas de la imaginería italiana en madera.

Foto: J.A. Padilla

Un elemento destacable en la iglesia es la capilla de la Real e ilustre Congregación del Santísimo Cristo de San Ginés, fundada en 1651.

Foto: J.A. Padilla

Se trata de una capilla independiente sobre la que existe una gran veneración. Preside el altar el Santísimo Cristo de la Agonía, obra de Alfonso Giraldo. En esta capilla existe una colección de cuadros de gran valor artístico, obras de Lucas Jordán, Alonso Cano, Cabezalero, Antolínez e incluso el Greco.

El retablo mayor de esta capilla es de Sebastián Herrera Barnuevo y está elaborado con mármoles de color rojo jaspeado y mármol gris de San Pablo. El Cristo está flanqueado por cuatro ángeles de bronce realizados por León LeoniPompeyo Leoni en el siglo XVI.

El altar está presidido por una talla del Santísimo Cristo de la Redención, realizada por Alfonso Giraldo.

En el lado derecho del crucero de esta capilla encontramos otra obra maestra: El Cristo de la Humildad de Alonso Cano. En el fondo se aprecia un convento que puede ser el de las Madres Dominicas que fundó el Conde-Duque de Olivares en Loeches.

Foto: J.A. Padilla

La capilla de la Virgen del Castillo está formada por un retablo del período isabelino, sin bien es una obra moderna. Está flanqueada por las tallas de San JoséSan Juan Evangelista y San Antonio de Padua, en el centro, abajo. Bajo el altar se encuentra enterrada María del Pilar Cimadevilla «Pilina» una niña misionera que murió con apenas diez años y que hoy está en proceso de beatificación.

Foto: J.A. Padilla

Junto a la puerta de entrada, a la izquierda, se encuentra la capilla de la Virgen del Amor Hermoso, cuya talla es obra de Mariano Bellver, escultor de cámara de la reina Isabel II. En la parte superior se aprecia un medallón sostenido por dos ángeles el cual representa La Educación de la Virgen. El juego de candelabros y la cruz que se ven en este altar fueron un regalo que Carlos II el Viernes Santo de 1676.

A ambos lados existen dos esculturas del siglo XVIII que representan a los padres de la Virgen, San Joaquín y Santa Ana, cuyo autor es Juan de Adán, escultor de cámara de Fernando VII.

Antes hemos hablado de El Greco, una de cuyas obras se encuentra en San Ginés. Se trata del cuadro que representa la Expulsion de los mercaderes del templo, una de las últimas obras del pintor. En el mismo se representa a Cristo rodeado por una multitud de comerciantes y discípulos. Los primeros, a la izquierda, huyen; mientras los segundos, a la derecha, dialogan entre sí. Vemos, en el borde izquierdo, a un ángel que significa el reconocimiento de la revelación divina y el cumplimiento de los designios de Dios sobre los hombres. En el lado derecho del cuadro, una mujer lleva un cesto sobre la cabeza que representa a una pecadora arrepentida y, por ello, está junto a los discípulos. Al fondo a la izquierda, una estatua de Adán representa la expulsión del paraíso.

Foto: J.A. Padilla

Tal y como anuncia una losa de piedra a la entrada de la iglesia, aquí varios personajes importantes recibieron los santos sacramentos. Francisco de Quevedo fue bautizado aquí. Lope de Vega contrajo matrimonio con doña Isabel de Urbina el 10 de mayo de 1588. Y Tomás Luís de Vitoria está enterrado en este lugar.