Coca

Castillo. Foto: J.A. Padilla

En medio de pinares y a una distancia de 50 kilómetros de Segovia capital, al norte de la provincia nos encontramos con la villa de Coca, la antigua Cauca. En este lugar han existido asentamientos humanos desde un milenio antes de Cristo, si bien fue en la época romana cuando alcanzó una gran importancia, llegando a ser el lugar de nacimiento del emperador Teodosio el Grande. Fue conquistada por Almanzor y reconquistada por Alfonso VI en 1086. Durante la invasión francesa, Napoleón la ocupó en 1808, estableciendo sus tropas en su castillo.

Puerta de la Villa, con los verracos de piedra, a la izquierda. Foto: J.A. Padilla

La actual Coca está declarada Conjunto Histórico y Bien de Interés Cultural gracias a su importante patrimonio urbanístico y natural. Ya cuando accedemos a la villa, nos encontramos, junto a la puerta de entrada, la Puerta de la Villa, con un par de verracos celtibéricos de granito, así como los restos de una casa romana y un tramo muy bien conservado de la muralla medieval. vettón, serían utilizados como hitos del territorio y reflejan la importancia de los movimientos ganaderos en esta zona ya desde la antigüedad. Existe, además, un tercer verraco en el interior de la muralla. Uno de los dos verracos situado junto a la puerta conserva una inscripción funeraria, de época romana, demostrando su uso como monumento fúnebre.

Castillo. Foto: J.A. Padilla

Sin embargo, el edificio más importante y representativo de Coca es su Castillo, situado en el extremo occidental del casco urbano, construido junto a uno de los meandros que traza el rio Voltoya, en un sitio llano y junto al centro urbano, en lugar de estar situado en un lugar alto y aislado.

Castillo. Foto: J.A. Padilla

Este castillo data del siglo XV, y es un importante ejemplo de la arquitectura militar gótico-mudéjar de ladrillo de la época del rey Enrique IV, y su estado de conservación le ha convertido en uno de los más bonitos de España. Está protegido por un enorme foso de algo más de 20 metros de profundidad.

Puerta de la villa, desde el interior. Foto: J.A. Padilla

Ya intramuros y cruzada la Puerta de la Villa, llegamos a la Plaza Mayor, donde encontramos la iglesia parroquial de Santa María la Mayor, construida en el siglo XVI sobre los cimientos de una iglesia románica del siglo XII. En su interior podemos ver varios interesantes sepulcros renacentistas labrados en mármol de Carrara, donde están enterrados miembros de la familia Fonseca, importante nobel de la época de los Reyes Católicos.

Iglesia de Santa María la Mayor. Fachada. Foto: J.A. Padilla

La villa estuvo rodeada de una muralla desde la época de los vacceos, anterior a la llegada de los romanos, de la cual hoy se conservan más de doscientos metros y donde se encuentra la ya mencionada Puerta de la Villa, o de Segovia, construida en ladrillo.

Torre de San Nicolás. Foto: J.A. Padilla

Encontramos también, en medio de un parque, la Torre de San Nicolás, rehabilitada hace unos años como mirador, y que perteneció a una de las iglesias más antiguas de Coca, de la que únicamente queda en pie esta esbelta torre mudéjar, construida en mampostería y ladrillo en el siglo XII, en la que se aprecian filas de arquerías ciegas en el primer cuerpo, abiertas en el segundo y aterrazamiento en la parte superior.

Torre de San Nicolás. Foto: J.A. Padilla

La Plaza Mayor de Coca es una pequeña plaza recoleta en la que encontramos la mencionada iglesia de Santa María la Mayor, junto con el edificio del Ayuntamiento. En el medio, podemos contemplar un templete, donde la banda municipal ameniza los sentidos de los presentes.

Ayuntamiento. Foto: J.A. Padilla

No es difícil imaginarse esta villa durante la Fiesta Medieval que se celebra en el mes de Agosto porque estamos ante un entorno urbano propio del medievo donde el visitante disfruta de una tranquilidad y se le acoge cordialmente.

Iglesia de Santa María la Mayor. Foto: J.A. Padilla