El nacimiento de Venus. Botticelli

EL NACIMIENTO DE VENUS. Sandro Botticelli. Galería Uffizi. Florencia

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El nacimiento de Venus es un cuadro realizado por el pintor renacentista Sandro Botticelli y una de las obras más importantes del periodo del Quattrocento italiano. Está ejecutado al temple sobre lienzo y mide 278,5 cm de ancho por 172,5 cm de alto. Se conserva en la Galería Uffizi, en Florencia.

Este cuadro, en su tiempo, supuso revolución toda vez  que se presentaba el cuerpo de una mujer totalmente desnudo. Era, además, la ruptura cultural con el oscuro periodo medieval y el nacimiento del nuevo humanismo renacentista.

El cuadro fue un encargo de la familia Médici, para decorar uno de sus palacios, donde era acostumbrado tener expuestos cuadros con temas mitológicos.

El momento que muestra el cuadro es la llegada de la diosa, tras su nacimiento, a la isla de Citera, empujada por el viento. La diosa aparece, en todo su esplendor, en el centro de la composición sobre una enorme concha, con sus largos cabellos rubios cubriendo sus partes íntimas,  mientras que con su brazo derecho trata de taparse el pecho. A su lado, a la izquierda del espectador, se encuentra Céfiro, el dios del viento, junto a Aura, la diosa de la brisa, ambos unidos en un estrecho abrazo. A la derecha. Se encuentra la Hora, para arroparla con un manto  floreado, mientras las rosas caen junto a Venus ya que la tradición dice que surgieron con ella. Botticelli se basó en los textos clásicos de Homero y Ovidio.

Además, el pintor florentino quiso, con esta obra, reflejar el amor imposible entre Giuliano de Médici  y Simonetta Vespucci, quien posó como modelo para la figura de Venus. Simonetta posó varias veces para Botticelli en varios de sus cuadros y también para otros pintores renacentistas. Su belleza cautivaba a todo el mundo, incluido Giuliano.

El 28 de enero de 1475 en la plaza de la Santa Croce en Florencia, se llevó a cabo una justa para la celebrar la alianza entre Milán, Venecia y Florencia. La fecha elegida para el festival era el día del cumpleaños de Simonetta. El torneo contó con la participación de Juliano, quien la eligió como su dama de su corazón. El escudero portaba un estandarte con los dioses Cupido y Minerva. La diosa era el retrato de Simonetta, con lema que tenía escrito La Sans Pareille (La Sin Igual). Giulano ganó el torneo y la dama se convirtió en la reina del mismo.

Sin embargo, murió un año después de tisis, con apenas 23 años de edad. Para Botticelli fue un duro golpe, pes estaba enamorado platónicamente de ella. Su homenaje fue retratarla en todas sus obras. Al fallecer el pintor, fue enterrado, por deseo suyo, a los pies del sepulcro que la familia Vespuci tenía en Florencia.

 Volviendo al cuadro, Vemos a la exuberante Venus, surgiendo de la espuma del mar y es transportada, con la ayuda del Viento, por una enorme concha marina hasta las orillas de la isla de Chipre, la tierra de los Inmortales. La larga y abundante melena flota en el aire. El paisaje de fondo no está muy definido, obliga al espectador a centrar su mirada sobre los personajes. La concha marina es el símbolo de la fertilidad femenina. En este cuadro, además, la concha es también el símbolo del renacer personal que trae consigo la virtud. Una idea muy del Renacimiento.